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Diego Degano finaliza su etapa en GRADOS

Publicado el 10/07/2025 y modificado el 10/07/2025 en Empresa Imprimir

Diego llegó a GRADOS en 2017, en un momento en que todavía no teníamos página web, ni redes sociales, ni una idea clara de cómo mostrar hacia afuera lo que veníamos construyendo puertas adentro. Tampoco sabíamos muy bien cómo se llamaba el rol que necesitábamos cubrir —probablemente aún no lo sepamos del todo—, pero sabíamos que queríamos contar con su mirada. 

Y eso fue, desde el principio, lo que más valoramos: su capacidad para ver más allá de lo evidente, para conectar ideas con personas, para transformar una necesidad en una oportunidad. Sin tener un cargo formal, Diego fue, en la práctica, el referente de relaciones institucionales y el impulsor de muchísimas de nuestras iniciativas de comunicación, posicionamiento y vínculos con el entorno. 

Su primer gran proyecto fue desarrollar la página web de GRADOS. De ese trabajo inicial surgieron no solo nuestra presencia online, sino también la plataforma de novedades que usamos todos los días para liquidar sueldos. Fue un hito que transformó profundamente nuestra forma de trabajar. Después vinieron muchas otras tareas: encuentros con clientes, diseño de estrategias, alianzas, capacitaciones, y hasta la incorporación progresiva en procesos más operativos, donde también aportó su empuje. 

Decir que Diego es un trabajador incansable es quedarse corto. Siempre dijimos que es un “tractor”, en el mejor sentido de la palabra: empuja, empuja y empuja. Lo que no sabe, lo aprende. Lo que parece trabado, lo desarma. Lo que está pendiente, lo enfrenta. Su forma de trabajar fue una clase práctica de constancia: ladrillo por ladrillo, sin atajos, sin estridencias, con la paciencia de quien sabe que las cosas bien hechas llevan tiempo. 

Tal vez una de las cosas más valiosas de su paso por GRADOS haya sido esa capacidad de ganar respeto a base de hechos. Su llegada no fue fácil, y eso habla más del equipo que de él. Pero con compromiso y coherencia, fue construyendo vínculos y espacios, hasta volverse una pieza fundamental. Supo aportar sin imponer, escuchar sin apurarse, y marcar rumbo cuando hacía falta. 

Hoy Diego vuelve a caminar cerca del deporte, su otra gran pasión. Y eso nos alegra. Porque quienes lo conocemos sabemos que lo que viene también lo va a encarar con la misma energía y claridad con la que trabajó todos estos años. 

Nos deja mucho más que su trabajo: nos deja su huella.
Como dice la frase que lo acompaña en su perfil —y que hoy sentimos como una síntesis perfecta de su paso por GRADOS—:
“Éxito es hacer bien las cosas, todos los días.”

Gracias, Diego. Por tu compromiso, tu mirada estratégica, y por todo lo que ayudaste a construir. 

Atte: Enrique Grassi.