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El balance de un año para el recuerdo (III).

Publicado el 23/12/2020 y modificado el 23/12/2020 en Columna Editorial, Escuelas, gestión de sueldos Imprimir

Del mismo modo que las autoridades gubernamentales, los representantes legales debieron conducir sus instituciones de manera no presencial.
crédito: http://www.infobae.com

Nos propusimos tener una mirada del año que pasó de las personas que trabajan en las funciones que forman parte de la columna vertebral de la Escuela: representantes legales, directoras y secretarios.

En esta tercera y última entrega las autoridades consultadas fueron María Laura Fabbro, Ana Lucy Pampaluna y el Padre José Luis Ayala, representantes legales de los complejos educativos “Urbano de Iriondo del Niño Jesús” de San Justo; “Pilares” de Sauce Viejo; y “San José Arquidiocesano” de la ciudad de Santa Fe respectivamente.

Desde Grados agradecemos muy especialmente la muy buena predisposición de las autoridades y el personal administrativo consultado.  

¿Qué balance hace como máxima autoridad de su Comunidad Educativa de este año tan particular? 

José Luis: Tengo que responder desde lo que soy: sacerdote y apoderado legal.  Es por eso que, mirando al Señor de la historia, veo este tiempo como tiempo de Dios. “Sabemos, además, que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquellos que él llamó según su designio.” (Rom 8,28).  Por eso es importante tener una mirada propositiva:

– En la perspectiva humana: hemos sufrido el encierro, la enfermedad, pérdidas, pero hoy estamos y por eso tenemos que dar gracias;

– En la perspectiva escolar: como docente nos hemos repensado, nos hemos actualizado, hemos puesto a prueba nuestra creatividad, hemos puesto el oído a nuestros alumnos, hemos tratado de contenerlos y animarlos para que continúen, por lo cual, a pesar del esfuerzo, tenemos que dar gracias;

– En la perspectiva administrativa y económica: hemos hecho malabares, hemos recreado la administración, nos hemos adaptado por lo que también tenemos que dar gracias;

– En la perspectiva espiritual: nos hemos afianzado en la fe, es lo que nos sostuvo y hemos confirmado que el camino que elegimos como comunidad educativa es el camino del Señor, porque lo transitamos con la confianza que Él estuvo con nosotros, por lo que también le damos gracias.

Es cierto que hubo muchas cosas negativas, pero nos han fortalecido.

María Laura: El Balance en general es positivo. En el mes de marzo nos encontramos con algunas dificultades para reorganizarnos en todos los aspectos, pero pudimos rápidamente reacomodarnos.

Los equipos directivos de ambas instituciones lograron trabajar en forma articulada con sus docentes a través de plataformas y redes sociales.

En lo administrativo y económico, debimos trasladar las “máquinas” a nuestros hogares, de forma tal que pudiéramos dar respuesta inmediata a los requerimientos de la Comunidad. Así fue como el SARH y DATAJAE se trasladaron con un operador, habilitamos un mail específico para todo lo referido a las cuotas y una línea de WhatsApp para resolver dificultades y dar información.

Ana Lucy = Contando que este año ha sido a nivel mundial una catástrofe, en su más amplio sentido de la palabra, si bien existieron obstáculos, el trabajo en equipo nos permitió vencerlos.

Más allá de eso, a nivel pedagógico y administrativo nos adaptamos de manera excelente.

¿Fue el periodo más difícil que le tocó atravesar como Apoderado?

José Luis: Ha sido un tiempo complejo, no me atrevería a decir que difícil; la distancia, lo digital, la soledad, las adaptaciones nos han marcado. 

María Laura: A la fecha diría que no fue el más difícil, ya que con una buena organización y trabajo sincronizado pudimos adaptarnos. Creo que en ello influyó mucho la respuesta positiva de la comunidad educativa, tanto en lo pedagógico como en lo económico. Los alumnos no dejaron de dar respuesta a las actividades planteadas por los docentes y los padres no dejaron de pagar la cuota. Todo esto con altibajos, con quejas y con dificultades, pero realmente pudimos estar a la altura de las circunstancias, creo que por el buen trabajo en equipo al que estamos ya acostumbrados.

Ana Lucy = No. La verdad que en más de ocho años que llevo en la función he pasado por peores situaciones que las que nos deparó esta pandemia.

¿Su Comunidad Educativa se vio afectada económicamente por la pandemia? Cómo lograron sobrellevar tales dificultades?

José Luis: Como comunidad educativa hemos experimentado la solidaridad: si bien se han presentado situaciones complejas que hemos tratado de atender, la mayoría de los padres han seguido aportando. Obviamente que no hemos tenido grandes gastos y hemos “recortado” mucho de lo que generalmente veníamos gastando.

Nos hemos adaptado y por tanto, como muchas de nuestras familias, hemos sopesado prioridades de lo accesorio, lo necesario de aquello que puede esperar.  

María Laura: En cuanto a lo económico no nos vimos afectados hasta el momento, por varios factores. El primero porque en la gran mayoría de los casos los papás acompañaron en el pago de las cuotas y porque los medios electrónicos fueron un beneficio para el pago. Si bien tuvimos inconvenientes para habilitar el débito directo, utilizamos el pago mediante transferencia y fue el que mejor resultado nos dio.

Los otros canales propuestos tuvieron dificultades que hicieron que los padres se vuelquen a este medio, que si bien deberá transformarse o volcarse a otro a futuro, fue el que nos permitió generar la mayor cantidad de ingresos.

Creo que otro factor fue el no aumento de la cuota, que si bien en este momento se encuentra atrasada en su valor ha permitido a muchas familias estar al día.

En cuanto a lo operativo, nos benefició mucho el sistema DataJAE dado que nos permitió que los cupones de pago lleguen en tiempo y forma. Además, ante los inconvenientes encontramos respuestas acordes a las necesidades, aunque en algunas situaciones no en el tiempo que las necesitábamos, pero dentro de lo entendible por la situación de emergencia.

Finalmente, esperamos que la situación se mantenga en el tiempo, aunque avizoramos futuras dificultades ocasionadas con dificultades económicas de las familias.

Nuestra mayor dificultad es que tenemos muchos cargos autorizados que dependen de la cuota y eso no nos permite relajarnos en la cobranza y debimos estar encima del tema durante todo el año para evitar atrasos en aportes o sueldos que es lo que más nos preocupa.

Ana Lucy = Si bien tuvimos nuestras dificultades, soy consciente de que lo que más me preocupa en estos momentos es el año que se aproxima.

La experiencia de tele trabajo en Grados fue altamente positiva.
crédito: http://www.factorcapitalhumano.com

Puertas adentro.

Nos pareció indicado contar también con la mirada retrospectiva de Enrique Grassi, titular de Grados.

¿Qué evaluación hace de este año?

Extrañamente mi balance del año es altamente positivo. Más allá de los cambios, más allá del esfuerzo extraordinario que nos demandó la pandemia logramos (por ejemplo) lanzar nuestro sistema web de novedades en su primera fase, un objetivo importante y que nos abre la posibilidad de lograr un avance definitivo el año que viene.

¿Pudieron cumplir con todos los objetivos de este año tan particular?

Los objetivos se vieron quizás demorados, pero luego fortalecidos por las circunstancias. La pandemia nos forzó a probar otros métodos de trabajo pero que resultaron incluso más beneficiosos.

¿Cuáles fueron los mayores desafíos que debieron afrontar en esta coyuntura y cómo los afrontaron?

Por un lado, garantizar la liquidación de los sueldos, pagarle a los empleados de las Escuelas y cumplir con los tributos de ley. Por otro, soportar el sistema DataJAE y en especial sostener y profundizar las cobranzas que les permitan a las Escuelas un normal funcionamiento en términos de sueldos, impuestos y servicios.

¿Cómo se adaptaron y sobrellevaron el tele trabajo?

La adaptación al home office fue obligadamente rápida, aunque nosotros veníamos teniendo alguna experiencia de trabajo a distancia pero no todos, todo el tiempo. La comunicación se ordenó también ágilmente y los protocolos de trabajo (los que ya teníamos y los que generamos este año) fueron la base de un orden general que nos permitió resolver con éxito todos los inconvenientes que se fueron presentando.