El valor de la Cuota, factor clave en la previsión financiera.
La recomposición salarial de marzo establecida por el gobierno provincial, que contó con la aprobación de los sindicatos, nos parece una buena oportunidad para analizar cuál es el camino paralelo que recorren las cuotas de los alumnos, ya que -como sabemos- el valor tope de este concepto está atado al aumento de haberes.
El tema que proponemos pretende ser el disparador del verdadero objetivo de esta columna: la previsión financiera. Porque la cuota es el único rubro -o al menos el más importante- con el que cuentan las Escuelas para garantizar su normal funcionamiento.
Para lograr cierta contundencia en el análisis, consideramos apropiado tener en cuenta lo sucedido desde que se produjo el confinamiento decretado por el gobierno nacional, que provocó un temblor en la economía de nuestro país, motivando -en general- a las autoridades escolares a no aumentar las cuotas.
En tal sentido, retrocedamos hasta fines de 2019 para ver qué pasó con los salarios:
- Entre diciembre/19 y marzo/20 se otorgaron aumentos escalonados por un total de 15%.
- Durante el transcurso del ciclo lectivo del año pasado, un 25%.
- En síntesis, hubo aumentos por un total de 40% en 6 tramos.
Con la última variación del 35% que tendrán los haberes en el próximo semestre, cabe preguntarse: los aumentos de salarios son tenidos en cuenta y tomados como referencia por las autoridades de cada Escuela al momento de definir la actualización en el valor de la cuota? Si es así, cuántas veces la Escuela aumentó la cuota durante el periodo de aumentos descrito en el párrafo anterior? Si no es así, ¿cuál es el parámetro? El mismo se corresponde con una visión económica y financiera de la Escuela?
Tener un marco en general dentro del cual se tiene que determinar el valor de las cuotas de los alumnos en particular es de vital importancia, más aún con el cuadro inflacionario característico de nuestro país, si no lo adoptamos estamos corriendo un riesgo enorme de encontrarnos con problemas de disponibilidad de recursos económicos.
Volviendo a la relación entre salarios y cuotas, recurrimos a la metáfora “los haberes suben por el ascensor y las cuotas lo hacen por la escalera” para afirmar que si esto ocurre, no es un buen síntoma para la salud económica de la Escuela. Inclusive, tener un buen índice de recaudación no es suficiente; más temprano que tarde tendrá problemas financieros para funcionar.
Si pensamos que la Escuela es una “gran” familia, qué es lo que nos hace pensar que no actualizar las cuotas, así como se hace con el salario para evitar la pérdida del poder adquisitivo y con ello la calidad de vida del trabajador, no va a afectar la infraestructura y calidad de servicios que ofrece la Escuela a su comunidad?
En lo que respecta a nuestro trabajo -la liquidación y gestión de los sueldos-, es un problema bastante común encontrarnos con dificultades al momento de las acreditaciones y del pago de aportes y contribuciones de los empleados autorizados y fuera de planta, especialmente en el receso de verano y hasta que comienzan los ciclos lectivos, originado en un desbalance provocado por la falta de actualización de las cuotas que pagan los alumnos que es -como dijimos- el recurso fundamental de las Escuelas.
Similar enfoque corre para los gastos operativos: tarde o temprano siguen la inflación y contribuyen a una crisis financiera.
Como conclusión, podemos afirmar que para poder hacer una correcta previsión es fundamental trabajar un Presupuesto, que permita identificar, determinar y gestionar los recursos que se emplearán para el cumplimiento de las metas planeadas.
Pero eso es tema para otra entrada del Blog!