Las previsiones para el periodo de receso.
Considerando que el inicio del receso de verano es inminente, aprovechamos para tratar un tema que tiene relación con el proceso de liquidación de sueldos, como es el de las previsiones financieras.
Es decir, el dinero que la Escuela debe disponer en su cuenta corriente para poder abonar todas y cada una de las obligaciones que derivan de las liquidaciones de diciembre, aguinaldo y enero.
Pero antes es importante establecer el contexto: las previsiones financieras deben formar parte del necesario presupuesto que las Escuelas deben confeccionar y observar con el fin de preservar la salud financiera de la institución.
Un receso tranquilo.
En periodos de receso la Escuela sigue teniendo obligaciones que atender y por lo tanto debe dejar previsto cómo las va a pagar.
Antes de repasar esas obligaciones, consideramos apropiado afirmar que la previsión debe hacerse el mes previo al periodo de receso -diciembre en este caso-, y que las fuentes de financiamiento deberían ser principalmente las reinscripciones (por ello la necesidad de ser planificadas con tiempo).
Ahora sí, veamos qué obligaciones comprendería el receso que inicia en unos días:
- Sueldos, Aportes y Contribuciones de diciembre, 2da cuota de aguinaldo y enero de Empleados NO Incorporados.
- Servicios. Cada vez son más las Escuelas que se han adherido al débito automático de luz, agua, teléfono, internet, alarmas, entre otros.
- El gasto fijo mensual, conformado por seguros, honorarios y gastos de cuenta corriente.
- Anticipos en general (reemplazos por mayor jerarquía, movimientos de cargos, crecimientos vegetativos).
Si tienen que calcular la reserva de dinero para esto, podríamos estimarla en 2 veces y media el gasto normal del último mes para todos estos rubros -en este caso noviembre-, además de los gastos extraordinarios que la Escuela pueda tener por mantenimiento y refacciones de edificio y/o proyectos u obras nuevas.
Si no disponemos de los fondos, no podremos asegurar la cancelación en tiempo y forma de las distintas obligaciones relacionadas con los sueldos.
Es necesario coordinar estos detalles con tiempo, antes que las administraciones particulares cesen sus actividades. Ser previsor significará tener un receso tranquilo, no serlo interrumpirá el periodo de descanso.